Nota De Héctor Mauas
“La luz se propaga en línea recta, sin duda, pero se refracta, se difunde, inunda, llena.” (Jacques Lacan, “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis.”).
“Del rigor en la ciencia”
Borges, J.L.; “El hacedor”; 1960.
“…En aquel Imperio, el arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él.
Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.”
“Suárez Miranda: Viaje de varones prudentes, Libro cuarto,
Cap.XLV, Lérida, 1658.”
1) DE UN RIGOR QUE DESTERRASE TODA MÁSCARA.
En el párrafo transcripto, el uso de mayúsculas no obedece a ningún criterio claramente determinable.
Puede sospecharse que se trata sólo de uno de los innumerables protocolos habituales en los Imperios; sin impedimento puede suponerse también que se trata simplemente de usos tipográficos, extraños hoy, pero comunes en la Lérida de aquel entonces.
En manos de Borges el copista que hizo del equívoco una llave, resulta verosímil pensar que esas letras son un recurso gráfico cuyo destino no consiste en destacar el evidente carácter ficticio del texto citado. Por el contrario, señalan, en la máscara, siempre verdadera (la palabra que miente y la pintura que deforma no dejan por eso de ser palabra y pintura), la persistencia de vagos caprichos que ningún rigor alcanza a ocultar ni aún por vía del agotamiento enumerativo.
El uso de mayúsculas, cierta morosidad en el tono imperial, entonces, elevan aquí la potencia de lo nimio: detalles que hacen visibles las grietas a las que un enunciado, siempre apetente de sentido, es ciego y por sí mismo no puede formular.
Mapear punto por punto no hará sino extender el Mapa. La lengua no se habla sino en lengua.
2) FICCIÓN VERDADERA.
Por otro lado, en el texto, ruinas “habitadas por animales y Mendigos” señalan un anudamiento con el precedente “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, (1941), que finaliza así: “…La cosas se duplican en Tlön; propenden asimismo a borrarse y a perder los detalles cuando las olvida la gente. Es clásico el ejemplo de un umbral que perduró mientras lo visitaba un mendigo y que se perdió de vista a su muerte. A veces unos pájaros, un caballo, han salvado las ruinas de un anfiteatro.”
Mendigos y animales son ajenos a toda arquitectura, destinada, con el tiempo, a formar parte de las ruinas y perderse. Son ajenos, también, a lo que está siempre a la espera de capturar un huésped; no habitan sitio alguno, ni le pertenecen: su presencia en cualquier lugar es azarosa. Son ajenos.
La exterioridad y contingencia de mendigos y pájaros, más que la Vanidad de todo cuanto se hace, muestran el disparate y la pompa de las que ningún discurso se puede deshacer. Están allí, en el lienzo o el relato; detalles que sostienen al resto que yace ruinosamente colgado de un conjunto en el que todo se pierde.
Mendigos, pájaros, caballos, ¿qué hacen aquí, siempre a punto de partir, de salirse de la escena?
Una palabra que no se apaga en el curso de una frase, una frase que no se integra completamente en un escrito, una narración atópica respecto a un conjunto llamado literatura, permanecen vivas en la resonancia de la que se sostiene lo demás, hasta que sean ya del Otro, o del olvido, que es lo mismo.
Ficticio es el tomo XXVI de la ficticia The Anglo-American Cyclopaedia que reveló la existencia de Tlön. Ficticios también son Suárez Miranda y su obra.
Tras el Mapa, despedazadas Ruinas del Mapa es lo que hay.
Tras las Ruinas del Mapa, hay desorden del que es imposible hacer el mapa.
Abandonar la ficción, salir de la Caverna, es lo real en la ambición de todo Mapa.
3) NO HAY RIGOR. A VECES, SIN EMBARGO…
Allí, detrás, no hay rigor, no hay orden, ni proporción. Hay leyes y determinación absolutamente despojados.Y eso mismo y sólo eso es formular.
La luz se propaga, sin duda, en línea recta, y así será hasta el fin de los tiempos.
A veces, se refracta en un fragmento cualquiera del polvo de la nada inagotable.
Entonces la luz, en ese mismo instante, sin causa, resplandece.
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