"...Stalin estableció como teorema que las revoluciones no cambiaban la lengua. De ahí se derivó un lema oculto: la revolución, por estructura, no tiene lengua propia. Si damos un paso más, se podía concluir: la revolución, por estructura, está fuera-de-la-lengua-política y lo fuera-de-la-lengua también es fuera -de-la-política y lo fuera-de-la-política se realiza como la acción de matar... abrió, a partir de su teorema, el espacio del terror mudo..." (1) (1.1)
Stalin dijo: "La muerte soluciona todos los problemas. No hay hombre, no hay problema".
No habría problemas pero habría cadáveres. Al régimen le gustaba la incineración.
Era un procedimiento moderno, un mundo nuevo de llamas y cenizas, industrializado y científico, y después de muchos ensayos lentos y pesados se inauguró el primer crematorio en Petrogrado en diciembre de 1920.
"...La lengua encadena una tras otra las palabras. Toda lengua es madriguera donde se ubican los diques del ser.
(...)
No existe sinonimia..." (2)
No existe sinonimia en los hechos ni en las palabras. Existe la singularidad de los hechos.
"...Se desarma el conjunto de partida –el Ser, la identidad-, y adviene la contingencia: el detalle, el rasgo, serán lo que nace, barrocamente vacío, indeterminado aún en cada quien..."(3)
Carlos I de Inglaterra y Luis XVI de Francia fueron ejecutados públicamente tras ser juzgados a la vista de todos. Nicolás II fue fusilado en secreto en un sótano de provincias con su familia inmediata y cuatro miembros de su séquito. Era una habitación pequeña y en ella había once víctimas y once verdugos. En teoría, cada uno tenía que concentrarse en una víctima pero los verdugos dispararon muy pronto al azar....
Trotski en su diario personal, en el año 1935, anotó: "La ejecución de la familia del zar fue necesaria no sólo para atemorizar, horrorizar y desalentar al enemigo, sino también para espolear a nuestras filas, para mostrarles que ya no era posible retroceder, que nos aguardaba la victoria total o la destrucción completa. (...) en las masas obreras y los soldados no hubo un solo momento de duda..."
Sin embargo Trotski no estaba en lo cierto, pues a los obreros y soldados no se les había comunicado la decisión de ejecutar a toda la familia, por el contrario, se les había dicho durante casi una década que la zarina y sus hijos estaban en un lugar seguro.
De todas maneras es cierto que el final del zar no suscitó ninguna protesta en las masas obreras y campesinas, y es cierto que se ocultó el asesinato de la zarina y sus hijos.
"Hoy miramos el mundo, vemos la realidad bajo la forma del crimen, ha dicho Bertolt Brecht".
Rusia no tenía, como sí ocurría en Alemania, Francia o Inglaterra, un proletariado urbano plenamente desarrollado. Los campesinos rusos eran obstinadamente reales: representaban el 85 por ciento de la población. Y como poseían tierras,eran técnicamente burgueses, técnicamente capitalistas.
Hubo, entonces, desarrollo de política agraria, y se llamó Colectivización. Fue intensiva, con exportación de todo el grano, para financiar la industrialización a destajo y redundar en una militarización que fortaleciera al Estado en un mundo hostil. (¿Feroz?).
Ese era el plan de Stalin.
(1)Jean Claude Milner, "Por una política de los seres hablantes", Editorial Grama.
(1.1) Tal como está probado, desde el primer día en que ejerció el poder hasta el último, nada había que no pasara por las manos de Stalin. Manos capaces de cualquier cosas, excepto de escribir nada que no delatara su incompetencia intelectual. El artículo al que Milner se refiere, según él mismo lo aclara en otra de sus obras, se tituló: "El lenguaje no es una superestructura". El artículo fue escrito por los lingüistas formalistas rusos y firmado por el Zar Stalin.
(2) Héctor Mauas,"Joyce, Borges. Riverrun. No se lee dos veces del mismo libro" (nota en Historia a través del Arte)
(3) Héctor Mauas. (Brevísimo comentario marginal), Fragmento del libro “La puissance du détail”, de Jean-Claude Milner.
Texto consultado: Martin Amis, "Koba el Temible", Anagrama, 2004.
Zar Nicolás II, retrato |
Emperatriz María Aleksándrovna, esposa del zar Nicolás II,retrato |
Van Dyck, Carlos I de Inglaterra, retrato |
Luis XVI y Maria Antonieta, filme de Sofía Coppola, "Maria Antonieta" |
Luke Fildes, "Applicants for Admission to a Casual Ward" |
Sir Hubert von Herkomer, "A Scene at the Westminster Union" |
Juan Manuel Blanes, "Episodio de la fiebre amarilla" |
Luke Fildes, "The Doctor" |
Von Herkomer, "On strike" (en huelga) |
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