viernes, 12 de junio de 2015

COMO EL AMBAR QUE ATRAPA LA MOSCA

Nota de Héctor Mauas
1) En su escrito “La salvación por los desechos”, Jacques-Alain Miller dice que: “…el ideal es la gloria de la forma. Mientras que el deshecho es informe; es extraído de una totalidad de la que no es sino pedazo, pieza suelta…el arte procede a una estetización del deshecho…idealizarlo, o, como se dice en psicoanálisis, sublimarlo.”
Por otro lado, por fuera de ese circuito, el goce, “…como tal, no tira hacia arriba. Es desnudo, crudo, en el sentido de opuesto a cocido. Es crudo, no tiene dignidad con la que revestirse.”

2) El arte salva. Por cocción, reintegra los deshechos al universo de los intercambios, tornándolos aptos para el consumo y la circulación.
Por virtud de esta salvación, parte de la “crudeza” se pierde sin retorno.

3) La última frase del prólogo de Lacan al libro que Anika Rifflet-Lemaire dedicó al estudio de su obra, evoca lo irremediable de toda salvación.
En esas líneas que no carecen de humor, Lacan acepta el hecho de ser repetido por los otros, sin aclarar si la fuerza del destino se impondrá a pesar del esfuerzo por desentrañar sus escritos, o a causa de ello mismo.
Lo que habrá de escribirse acerca de su obra resultará: “…como el ámbar que atrapa la mosca, para nada saber de su vuelo.”
El ámbar no es accidente. Es estructura.
La mosca es vacío en el ámbar. El ámbar se repliega para alojar lo que no está.
Por idéntica razón, es posible postular que, leídas, no hay dos moscas iguales, ni saber universal sobre sus vuelos.

4) Conversando con Isabelle Huppert, Julia Kristeva dice de Freud que:“…hizo de cada analizante un escritor sin religión estética”.
Reafirma el carácter clásico de la invención freudiana que, aún hoy, con mínimos recursos, hace posible la creación de una distancia entre la letra y lo sagrado.
Contra lo que suele creerse, el efecto Freud va en dirección opuesta a la sublimación.

5) De la cocción ya no hay retorno, pero allí caben torsiones y malabares.
Se licúa el ámbar, insiste el arte. Esto fue Joyce leído por Lacan.
Sin causa ni ley vuela la mosca, y recién entonces cae.
Johann Zoffany, " La tribuna degli uffizi" 

Brueguel y Rubens, "Marte desarmado por Venus"

Nicolas Poussin, "Bacanal"



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