HOLANDA EN SIGLO XVII, EL SIGLO DEL RACIONALISMO
Nota de Noemí Pilar Molinero
Para la episteme del siglo XVI, el mundo era considerado un espacio cerrado, “una cadena consigo mismo” y uno lo conocía a partir del establecimiento de semejanzas. La naturaleza toda era vista como un juego de signos y semejanzas, encerrada en sí misma, y era entendida a través de la categoría de microcosmos.
Dentro de esta concepción, como el mundo esta cubierto de signos en donde lo invisible no es más que el reverso análogo de lo visible, estos signos deben ser necesariamente descifrados, y esto se hará a partir del lenguaje,
Siendo así: conocer, será interpretar. Conocer será pasar de la marca visible a lo que se dice a partir de ella, y que sin ella permanecería palabra muda, adormecida entre las cosas.
Pero un poco después, en el siglo XVII, el lazo entre la palabra y las cosas se disuelve, se reniega de las semejanzas, porque se piensa que puede ocurrir que se atribuya a una cosa un rasgo de otra. Y a partir de allí la semejanza será excluída como experiencia fundamental de conocimiento y como primera forma de verdad. Ahora se comenzará a analizar en términos de identidad y diferencias, de medida y orden.
Ya no se esperará encontrar por debajo de los signos un texto primitivo, de un discurso tenido y retenido para siempre. Ahora, en cambio, será el intento de descubrir un nuevo lenguaje, el lenguaje arbitrario, que servirá para analizar la naturaleza y sus leyes.
Hubo un descentramiento. Lo que estaba en la Biblia había venido perdiendo valor ya desde Santo Tomás, en el siglo 13, cuando quiso introducir a Aristóteles. Cuestiones como la fe y la razón ya estaban en crisis...La aparición de la ciencia provocó la caída de la búsqueda del sentido, del significado, porque las leyes de la física no significan absolutamente nada. No quieren decir nada, el movimiento de los astros no tiene sentido, Es la diferencia que existe entre la astrología, vinculada al discurso de la mitología, y la astronomía. Las formulas son mudas, son matemas, no hace falta ni siquiera la existencia del hombre, podríamos decir que los hechos que establece la ciencia están por fuera del lenguaje, por ejemplo, porque con la aparición del discurso científico, el movimiento de los astros deja de tener sentido, no quiere decir nada, es mudo, las fórmulas son mudas, son matemas. Ni siquiera hace falta la existencia del hombre. Los hechos que establece la ciencia, están por fuera del lenguaje.
Se descubren campos donde Dios tampoco es necesario, quiere decir que son campos sujetos a leyes absolutamente inexorables. Galileo Galilei fue obligado a retractarse , de ahí su frase E pur si muove. Igual se mueve la tierra alrededor del sol.
Galileo, redujo a la naturaleza a términos puramente cuantitativos que son los únicos manejables por la matemática.
Vemos entonces que el siglo XVII, fue un siglo crítico .
Hubo un corte entre un mundo basado en creencias y en la fe, como habíamos visto a partir de San Agustín, y uno nuevo, que es el mundo del comienzo de la ciencia, en el que asistimos, entre otras cosas, a los poderes conferidos a la mirada como instrumento de conocimiento.
En el año 2012 un médico argentino ( Miguel Pedro Angela de la Universidad de Cuyo) publicó un libro en el que describía el “arte” de realizar el diagnóstico clínico de una enfermedad a través de una simple observación del paciente .
La mirada médica constituye su propio campo de aplicación en un espacio en el que se entrecruza con el cuerpo del enfermo.
Michel Foucault en su obra El nacimiento de la clínica, aparecido en 1963 aportó una arqueología de esta mirada, a partir de la cual se organiza una clínica, encontrando los rastros de esa mirada en documentos escritos por médicos y anatomistas.
La mirada médica constituye su propio campo de aplicación, en un espacio en el que se entrecruza con el cuerpo del enfermo. Se convierte, entonces, al ojo en depositario y fuente de claridad. Entonces: la aparición de la clínica médica se articula con el establecimiento de la soberanía de una mirada, que se estructura como una lupa: “aplicada a las diferentes partes de un objeto, haciendo notar en él otras partes que no se percibían sin ella”.
En otro orden de cosas, en el siglo XVII asistimos a un intenso esfuerzo control de los comportamientos de las personas, sujetos a las exigencias del trato social, a las normas de civilidad. Existirá una literatura de civilidad, tratados, especialmente el de Erasmo, De Civilitate Morum puerilium, donde se codifican los valores corporales y se regula con detalle el sistema de comportamiento social. Estos tratados tienen fin pedagógico : exponer y enseñar modales legítimos.
El texto fundador de esta historia de la civilidad es el de Erasmo, 1530, Basilea, quien a su vez copió de los clásicos, Aristóteles, Cicerón, Plutarco...
Los cuerpos "mirados" exhibirán un lenguaje que proyectará a la persona fuera de sí misma, y a partir de esto serán sancionadas o admiradas por el grupo social. Existe un lenguaje de los cuerpos, destinado a los demás y ha de poder ser recibido por ellos, proyecta al individuo fuera de sí mismo y le expone al elogio o a la sanción del grupo. Las reglas de civilidad que se imponen pueden entenderse como una empresa de acotamiento, una negación de la vida privada y en consecuencia limita lo privado a lo íntimo, y lo íntimo a lo secreto e incluso a lo inconfesable.
Jan Vermeer
Esta transformación de las sensibilidades y prácticas corresponde durante la edad moderna a dos evoluciones contradictorias, por una parte el control social se hace más duro, mediante las formas educativas y la gestión de almas y cuerpos, encerrando al individuo en una red de vigilancia cada vez más estrecha, y por otra parte, al margen de la vida colectiva se constituyen espacios protegidos que son objeto de una valoración nueva, el ámbito familiar, el primero. Estos dos son partes de un mismo proceso de civilización. Es una imposición colectiva que se gestiona en forma personal y privada. La literatura de civilidad, tratados, especialmente el de Erasmo, De Civilitate Morum puerilium, es donde se codifican los valores corporales y se regula con detalle el sistema de comportamiento social. Estos tratados tienen fin pedagógico : exponer y enseñar modales legítimos.
Consejos y usos para niños, porte, comportamiento social en la mesa, reunión, en el juego y todo lo relativo a acostarse, levantarse y dormir. Repertorio que en esencia recogerán con algún que otro añadido los innumerables tratados ...proclama también gestos, mímicas, actitudes, expresiones legibles del hombre interior, que manifiestan al exterior las disposiciones del alma.
Habla en el inicio sobre la mirada, como ha de ser en el niño: mansa, respetuosa y decorosa, los ojos huraños son indicio de violencia, ojos fijos : descaro, ojos errantes y extraviados: locura, a través: medita una maldad, abiertos desmesuradamente: imbécil, guiñar los ojo: ligereza, inmóviles: pereza, penetrantes irascibilidad, muy vivos y elocuentes: lascivo ( tomado de Sócrates)
Los antiguos decían que el alma tiene asiento en la mirada.
Autorretrato de RembrandtErasmo innova en tres puntos, 1. lo dirige a los niños, 2. a todos sin distinción, 3. Quiere enseñar un código válido para todos.
El quiere basar en un lenguaje gestual común una transparencia de una sociabilidad generalizada. Impone pocas cosas pero denuncia todo lo que en las manifestaciones del cuerpo pudiera hacer la sociedad opaca a sí misma, obstruyendo la libre circulación de signos entre los hombres y así se proscriben ciertos gestos : la risa caballuna, el porte torcido, los que confunden los géneros...todo lo que en lenguaje de la época puede llevar a la humanidad hacia la animalidad.
No se podían expresar las pasiones sexuales.
El fin es acercar a los hombres y librarse de todos los idiotismos, aceptando las expresiones que pueda reconocer y aceptar la mayoría.
Que pasó entonces en aquel siglo 17 en la inmediatez?
Un siglo crítico pues hay una Europa de las monarquías absolutas, sobre todo si se piensa en Francia, pero también Inglaterra, España, en donde el modo de vida cortesano, o sea, los monarcas rodeados de una corte que imponía la representación pública. El fasto, en la esfera de la corte, que pretendía suprimir la frontera entre lo público y lo privado, mostrando la grandeza de la vida del príncipe . Y también aparece una esfera de existencia sustraída a la ley del príncipe o a la mirada ajena, la esfera de la sociedad civil, en Francia, emancipándose de la tiranía del Estado al afirmar aspiraciones nuevas aunando el gasto privado, el del lujo aristocrático o burgués y la valorización del gusto como valor de distinción. Ese buen gusto, que definirá el buen vivir, los libera de las exigencias de la etiqueta cortesana y a su vez les permite una vida privada confortable.
Jan Vermeer ( sociedad civil, vida privada confortable)No necesitan de la escena pública para marcar ostensiblemente las distancias sociales. Hay una nueva consciencia del individuo.que se observa en el acondicionamiento de los aposentos privados, la decoración interior, los muebles y los vestidos pensados para la intimidad doméstica, el esmero culinario, todos estos son signos de un nuevo modo de vivir .
Velazquez, Las Meninas ( el fasto de la corte)Tres expresiones fundamentales de esa nueva consciencia son :
1. la emergencia de una imagen del niño que le desliga del cuerpo colectivo del linaje y hace de él una persona singular,
2. la producción de escritura privada, que es el diario, y que habla de las desgracias y de los días, de los trabajos y de las dichas,
3. . la evolución que legitima la práctica literaria y fundamente su verdad en el yo, que se explora, se exhibe y se exalta.
La singularidad propia o la de los demás genera gestos nuevos que se sustraen a la mirada pública.
Surge así una nueva división entre lo público y lo privado.
1. Unos forman parte de la intimidad familiar, por ejemplo los juegos con el niño, los mimos...
2. otros guardan relación con el retiro, por ejemplo todas las prácticas de escritura: relatos de vida, confesiones íntimas, o invención novelesca,. Las distintas formas de la literatura basada en la representación del yo ofrecen a la curiosidad pública, la de los lectores, el ámbito privado más recóndito, el de los afectos, los sentimientos y las perversiones. Pero estaba lo que se podía dar a conocer y lo aceptable en el secreto de la escritura privada, sin más lector que su autor. O sea, en la época en que el espacio privado va ganando terreno por obra del predominio de la intimidad frente a la civilidad o del lujo frente al fasto, las nuevas prácticas de la literatura convierten ese ámbito privado ya constituido y protegido en objeto privilegiado del más público de los discursos. Como si la definición posibilitara la violación de la misma, su confesión.
Veamos Holanda: era una de las siete provincias unidas de los Países Bajos, obtuvo la independencia, luego de una larga guerra con Felipe II de España.Y como tuvo mucha autonomía local, este pequeño pueblo, en casi permanente lucha contra el mar, se presentó de pronto como una de las potencias de Europa, debido, en gran parte, a la actividad de la Compañía de las Indias.
El gobierno estuvo en manos de la burguesía, la clase dominante, y fue ejercido por un estamento especial reclutado dentro de su propia clase, y que representó sus intereses, formando parte de las distintas magistraturas. Los burgomaestres, consejeros y escavinos.
Los puertos de Amsterdam y Rotterdam eran las plazas financieras y comerciales más florecientes de Europa
En esa época en Europa había monarquías absolutistas, con Estados fuertemente centralizados, España, Francia e Inglaterra, y con cultura cortesana opuesta en un todo a la cultura burguesa que aparecerá en Holanda
Mientras en la vida cortesana había tutela estatal sobre el arte y la producción artística era organizada por el gobierno, en Holanda surgía lo que se dió en llamar el naturalismo burgués cuya característica central era el singularismo. Este singularismo había sido prácticamente excomulgado de las cortes europeas. Roma había permitido que las iglesias nacionales se convirtieran en instrumentos del estado y el arte europeo que desde la Edad Media se había fijado y esquematizado en una iconografía que consistía en La Anunciación, el Nacimiento de Cristo, el Bautismo, la Ascensión, la Cruz a cuestas...etc... era un arte oficial, con pérdida de espontaneidad y sin asomo de subjetividad, y entonces el estilo barroco, que es el que se va a oponer al naturalismo burgués por su propia concepción, será el instrumento usado en las cortes absolutistas como arte de propaganda con una producción fastuosa y voluptuosa, porque ha ocurrido la reforma protestante en el norte del continente.
El humanismo italiano que había llegado a Holanda se centró en un estilo de vida sencillo y austero. A esto contribuyó el calvinismo, convertido en religión oficial, y que fue tolerante, además, con las fuertes minorías católicas y judías.
A diferencia del resto del continente, aquí en Holanda, además de bienestar privado y armonía social, no hubo privilegios eclesiásticos, y como existió una afianzada clase burguesa de emprendedores, profesionales, mercaderes y financieros, Holanda fue considerada la primer democracia capitalista moderna.
Entre los más precisos indicadores de la coyuntura holandesa, además del consumo diario de calorías y el porcentaje de alfabetización, se encuentra la más alta relación en Europa entre el número de habitantes y la producción de obras de arte, en particular de pinturas.
Hemos de notar que una de las tantas características de la pintura holandesa fue el retrato, probablemente debido a la ampliación hacia un nuevo mercado: esta burguesía próspera de la que hablábamos, y hemos de tener en cuenta que el género del retrato (esa forma de la pintura que se acerca al diario íntimo) podría significar una búsqueda de valoración de lo privado, y por lo tanto de lo oculto.
Nos detendremos en Jan Vermeer.
Este artista supo captar el aspecto íntimamente humano de las actividades cotidianas. Y por eso es considerado el pintor del alma, del silencio y de la luz.
J. VermeerSu producción no obedeció a encargos oficiales, como ocurría habitualmente y además en el resto de Europa seguía siendo así.
Tuvo una vida sencilla, de perfil modesto, pero amistades importantes, como por ejemplo la de Antonie van Leeuwehoek, considerado el gran científico de Delft ( ciudad donde vivían), creador del microscopio simple que atrajo la atención de los biólogos, y que tal vez sea una clave, entre otras, para ligar a la pintura de Vermeer, esa revelación de la vida secreta que está escondida en las cosas pequeñas y que la luz puede revelar a quien tiene ojos, y paciencia.
Jan Vermeer
Foucault, Michel Foucault dejó establecido que el ojo había quedado convertido en depositario y fuente de claridad, el ejercicio de la facultad visual en determinadas condiciones produce una ciencia objetiva, pura y aséptica, afirmó.
En las pinturas de Vermeer veremos singularidades, detenimiento en detalles. Podríamos decir que trata de no traicionar la singularidad indómita que revela cada detalle.
En relación a esto, en el momento actual, en cambio, estamos un poco perdidos. Cuando más se mira menos se ve. En esa persecución del ideal de la totalidad, justamente se está un poco perdido porque lo que tiende a desaparecer es la oposición entre el campo y el fuera de campo. Aquí en Vermeer veremos que hay un campo respetado, el de la interioridad de los personajes que aparecen en sus pinturas, en cambio en la actualidad hay justamente la idea de que nada puede estar fuera del campo.
¿fuera de campo?No se tiene más el derecho al fuera del campo, de la misma manera que no se tiene más el derecho a lo oculto. Es decir, la necesidad justamente del derecho al fuera del campo,
Y , volviendo a las pinturas de Vermeer, como muestra del siglo 17, en las perspectivas, en los detalles descriptivos que rodean a los personajes, veremos que estos son siempre mostrados en momentos de intimidad absoluta, en la que el silencio recorre las escenas.
Vermeer recoge los momentos en que el sujeto esta fuera de toda mirada y puede mirarse a sí mismo.
Podríamos decir que hay una valoración de la privacidad , en lo que fue la primera democracia capitalista del mundo moderno.
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