(¿Guerra Santa?)
El entusiasmo religioso fue sin duda un factor importante, capaz de llevar a los musulmanes a la guerra santa para convertir a los infieles, pero no se puede olvidar que, por razones económicas, los musulmanes tenían más interés en conquistar que en convertir, y, por otra parte, la base de los ejércitos musulmanes la constituían los beduinos, más atraídos por el botín que por el entusiasmo religioso.
Tan influyente o más que el entusiasmo religioso debió ser la democratización lograda por el Islam; el hecho de que todos los creyentes fueran iguales ante Alá (y ante el califa) y que sólo fueran distinguidos por su mayor o menor celo en servir a uno y otro debió de ser un móvil importante en las primeras campañas, que constituían un modo de ascenso en la escala social.
La conquista de España (711) fue un golpe afortunado del Islam.
Una serie de circunstancias lo favorecieron: lucha dinástica en la monarquía de Toledo, en la que intervinieron los musulmanes apoyando a uno de los bandos; colaboración de la minoría hebrea, maltratada por los últimos reyes visigodos; desinterés colectivo por la cosa pública y por el servicio de las armas, cuya dirección era monopolizada por un sector reducido de población goda; confusionismo de los primeros años acerca de la verdadera naturaleza del Islam, que , como sabemos, se mostraba respetuoso con la religión de los vencidos y fiel cumplidor de los pactos.
Lograron pasar con sus tropas el Estrecho de Gibraltar ( nombre debido a este paso por Tarif ben Malluk), acampando en el Peñón y con la colaboración del gobernador de Ceuta.
Fue un transporte de tropas clandestinas en pequeños barcos mercaderes que hacían la travesía del Estrecho.
Tomaron Toledo, Mérida…y así todas las otras ciudades con sus obispos y gobernadores al frente, capitularon en condiciones honrosas.
Se produjo una situación indecisa de alianza y sumisión.
Zaragoza, Huesca y Castilla, también fueron sometidas a continuación, llegando tal vez hasta Galicia y por Oriente hasta Tarragona.
Pasaron el Pirineo y entrando en Narbona, estuvieron a la puerta de las Galias.
Carlos Martel no dominaba aún el sur del país, Aquitania y Provenza escapaban a su autoridad. Tolosa fue defendida por el duque de Aquitania, pero igualmente ocuparon Carcasona y luego se desviaron hacia el Ródano, saqueando la Borgoña y llegaron hasta Antun, (saqueada en 725).
En Poitiers, (732) pudo Carlos Martel derrotarlos y así frenar lo que había sido su máxima expansión.
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