“…Por
el contrario, el acontecimiento artístico, mientras perdura su fuerza
disruptiva, es una fractura que no se deja asimilar. En ese punto, está
“fuera de historia”, y por ello mismo es capaz de recoger y preservar lo
que cada época se esfuerza en integrar
al circuito del olvido. Como escribió, y aún sigue escribiendo Borges
una y otra vez, ´…el olvido, el común olvido.´”(1)
“…A veces, el azar nos ahueca la memoria, y no respondemos, por un momento al menos, según el código de una conciencia asumida como nuestra y absoluta.
En ese preciso momento, entonces, cada quien es ajeno a los afanes de la máquina que con el nombre de Historia nos convoca, en todo tiempo, a las servidumbres sucesivas e idiotas que Flaubert, Kafka, Kennedy Toole y otros exploraron…” (2)
¡ TAC !
Nota de Héctor Mauas
“…Soy más libre. Hay tantas cosas que ya no me importan. Aunque simulo que sí, porque uno aprende a convivir en sociedad…”
“…Voy paseando la vista hasta que ¡ tac !, algo me agarró. Y no discuto más. Lo respeto. Obedezco.”
Guillermo Roux, pintor, 85 años. Entrevistado por “La Nación”; 22-11-2014.
“…Hacer un buen uso de la clandestinidad, eso ha sido mi vida.”
Philippe Sollers, escritor, 78 años. En “Una verdadera novela. Memorias”; 2008.
Borges postuló que no hay en el universo nada ni nadie que no sea, ni nadie o nada que sea del todo. Será conveniente, entonces, hacer a un lado las pretensiones de importancia o nimiedad, obedecer, y entregarse al fin a la fulguración, oculta, implacable.
Clandestina es la congoja que se adivina tras el cortinado de una ventana semiabierta en una calle soleada de una ciudad a la que no se ha volver; clandestina es la risa de Porthos que se escucha provenir de un jardín en medio de la noche.
(1)Fragmento de “Descomprometer”, de Héctor Mauas.
(2)Fragmento de “Casi lo mismo, casi ser otro”, de Héctor Mauas, segunda parte.
(12 fotos)“…A veces, el azar nos ahueca la memoria, y no respondemos, por un momento al menos, según el código de una conciencia asumida como nuestra y absoluta.
En ese preciso momento, entonces, cada quien es ajeno a los afanes de la máquina que con el nombre de Historia nos convoca, en todo tiempo, a las servidumbres sucesivas e idiotas que Flaubert, Kafka, Kennedy Toole y otros exploraron…” (2)
Nota de Héctor Mauas
“…Soy más libre. Hay tantas cosas que ya no me importan. Aunque simulo que sí, porque uno aprende a convivir en sociedad…”
“…Voy paseando la vista hasta que ¡ tac !, algo me agarró. Y no discuto más. Lo respeto. Obedezco.”
Guillermo Roux, pintor, 85 años. Entrevistado por “La Nación”; 22-11-2014.
“…Hacer un buen uso de la clandestinidad, eso ha sido mi vida.”
Philippe Sollers, escritor, 78 años. En “Una verdadera novela. Memorias”; 2008.
Borges postuló que no hay en el universo nada ni nadie que no sea, ni nadie o nada que sea del todo. Será conveniente, entonces, hacer a un lado las pretensiones de importancia o nimiedad, obedecer, y entregarse al fin a la fulguración, oculta, implacable.
Clandestina es la congoja que se adivina tras el cortinado de una ventana semiabierta en una calle soleada de una ciudad a la que no se ha volver; clandestina es la risa de Porthos que se escucha provenir de un jardín en medio de la noche.
(1)Fragmento de “Descomprometer”, de Héctor Mauas.
(2)Fragmento de “Casi lo mismo, casi ser otro”, de Héctor Mauas, segunda parte.
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